22 noviembre 2011

Había una vez...



señoritatristeza...


No solo dio a conocer sentimientos de tristeza… se ha ido preparando para cumplir con el personaje completo, visualizar  y sentir angustia, indeferencia; introducir una cara triste con semblante profundo envuelto en lagrimas, en frustración, en melancolía… eso nadie lo iba a poder ver.


Logro sin mucho esfuerzo, esconder su papel principal, encerrada en las apariencias, las superficialidades, desarrollo una sonrisa para los retratos y reuniones aprendió a fusilarse pequeños fragmentos de letras de canciones para contar su estado de ánimo o algún estado mental, estudio poses frente al espejo, logro maquillarse y peinarse correctamente con la ayuda de revistas y sus opiniones de cómo debe ser una mujer de su edad o mucho más grande; lograba tener certeza de las respuestas de sus parejas, todo resultaba tan fácil y tan practico que en realidad nunca tendría que ser ella.


Le contaba a todo mundo su vida, era una manera de justificarse y de lograr ver las estadísticas si existía mayoría a su favor; su discurso era el adecuado pero cuando el resultado era lo opuesto, sin más; evitaba a esas personas empezaba a experimentar el egocentrismo donde lo importante era lo que ella opinara, lo demás no le importaba….la reflexión había huido de su cabeza, pobre reflexión se había quedado sola y abandonada ya no existía el dialogo...la confusión había tomado su lugar.


Las personas que más la amaban se retiraban, no había más que hacer…los espacios se iban  quedando vacíos, era más fácil poner nuevos invitados que recuperar los invitados olvidados, evitaba a toda costa caer en su verdadera condición….cuando la tristeza, el desaliento, la depresión o un escaso polvo viejo de reflexión se aparecían, una copa o  muchas de esas,  lograban hundirla más, junto con la frivolidad ----exclamaba por dentro: ¡Me he librado!-----


Lograba parchar los vacíos, cosía muy bonito con hilo de colores para que se vieran como un souvenir de algún viaje, ponía fotos de momentos de alegría para ocultar la profunda depresión que la invadía aun teniendo listas y listas de amistades se sentía vacía… ¿De qué servía? 


No podía estar sola, la locura la invadía sabia que todo era una farsa, no importaba...un baño un bonito vestido una bolsa de marca un remarcado maquillaje ocultarían todo antes de ser descubierta…. pobre, pobre de mí…


La invadió un silencio… una  voz se empezó a escuchar, la reflexión logro hablar!! fue sacada del polvo...tenía, tantas ganas de platicar, pero la necedad comenzo hablar y solo pudo articular un pensamiento 'Señoritatristeza'.





 los cuentos de Teté.

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